Una alternativa educativa Innovadora

Todo progenitor quiere brindar a sus hijos la mejor educación posible, una experiencia de calidad que, además de permitirles adquirir todos los conocimientos que necesitarán a lo largo de su vida como adultos, les ayude también a desarrollar habilidades importantes, intelectuales y sociales. Y que fomente su amor por el aprendizaje, ya que éste no debería detenerse nunca. Este punto es esencial.

En este sentido, la pedagogía Montessori ha demostrado ser un sistema muy válido. Se basa en el método desarrollado por la doctora Maria Montessori a principios del siglo XX. La clave de su éxito es que se centra en el niño o la niña como individuo y en su capacidad innata para aprender.

Aquí tienes las principales características distintivas de un colegio Montessori:

• Educadores como guías. En lugar de profesores tradicionales, un centro Montessori cuenta con educadores que actúan como guías. Se trata de profesionales muy bien preparados y sensibilizados con las necesidades de los alumnos. Gracias a que observan y comprenden los intereses de cada uno, pueden ayudarles mucho mejor a encontrar recursos y actividades apropiadas para su desarrollo.
• Aprendizaje auto dirigido. Es unos de los principios fundamentales de la pedagogía Montessori. Los niños escogen las actividades que desean realizar, lo que les proporciona un sentido de autonomía y de responsabilidad sobre su propia educación. Esto, a su vez, fomenta la toma de decisiones y la autoevaluación.
• Materiales accesibles. Están diseñados específicamente para fomentar el aprendizaje a través de la experiencia y están siempre al alcance de los pequeños. Aparte, son auto correctivos, para que sean capaces de identificar sus errores por sí mismos. Todo eso les permite explorar y aprender a su propio ritmo, el que cada uno necesita. Y así pueden elegir las actividades que más les interesan.
• Grupos con edades variadas. A menudo, los centros Montessori tienen clases con alumnos de distintas edades. El objetivo es que los pequeños y los mayores interaccionen enriqueciéndose mutuamente. Esto promueve la colaboración, la empatía, el apoyo mutuo y el respeto por los demás. Desarrollar al máximo las habilidades sociales les facilitará llevar una existencia plena, tanto a nivel profesional como personal.